Las personas que son reticentes a meditar suelen utilizar alguno de estos 2 argumentos con algunas variaciones:
- No lo necesito. O no me interesa, no tengo tiempo, no es para mi, es una moda new age, el running es mi meditación,…
- No consigo meditar. O es demasiado difícil para mi, no soy capaz de poner la mente en blanco, me pongo más nervioso aún, me duele todo al sentarme en el suelo…
Por suerte, no tenemos que preocuparnos de que tengas alguna excusa del primer grupo, de lo contrario no estarías leyendo estas líneas seguramente. Y si te pasa algo del segundo grupo, tenemos un mensaje para ti: no estás solo. Todos tenemos ese tipo de pensamientos, sobretodo al empezar a meditar. Pero incluso meditando de forma regular, podemos sentirnos así de vez en cuando.
La meditación es algo mucho más fácil de lo que tal vez te estés imaginando: cierra los ojos y realiza varias respiraciones profundas. Ya está, ya has empezado a meditar.
En el artículo ¿Qué es la meditación? explicamos que la meditación no consiste en dejar la mente en blanco. Hasta el día que muramos, nuestro cerebro va a seguir funcionando y generando pensamientos. Lo que buscamos es bajar revoluciones, reducir el número de pensamientos que abruman nuestra mente y entrar en un estado de calma.
A través de los siguientes artículos, herramientas y ejercicios prácticos, verás que esto de meditar no tiene ningún secreto, todo el mundo puede hacerlo, no requiere de cualidades especiales más allá de ponerle ganas y ser constante.
- Aprende a meditar en 10 pasos
- Meditaciones guiadas para aprender a meditar
- Cómo sentarse para meditar
Meditación101 – Guía Básica de Meditación
Este artículo pertenece a la serie Meditación101 – Guía básica de meditación. Puedes leer más artículos clicando aquí.
Foto de Adrien Olichon