La liturgia de las piedras, representa un momento especial en la carrera de Bañuelos, trabaja lo más profundo del ser, la pureza y la fuerza de la naturaleza a través de la piedra.
El escultor trabaja con cantos rodados de diferentes tamaños y procedencia, los manipula, los parte, los inclina, los desplaza, los transforma. Poniendo énfasis en la luz que los atraviesa, conectando con el material en niveles profundos de la vida.
“Es como reinventar la vida una y otra vez. Jacques Derrida hablaba de ello. Yo deshago las piedras y hago algo diferente con ellas. La vida es eso, establecer una nueva mirada sobre algo ya existente”
La piedra, muda en grandes ocasiones, da un giro, sorprende con un nuevo resultado tras la deconstrucción y construcción emerge una nueva forma de expresión.
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Desde civilazaciones precolombianas, la piedra verde, la roca metamórfica, la obsidiana, el basalto, la andesita, la pirita, entre otras, han sido conocidas como elementos sagrados de conexión espiritual, comunicación presente en la obra de Bañuelos.